martes, 24 de mayo de 2016

LA CHORRERA DE MOJONAVALLE

Una de las cascadas que podemos ver, en la Comunidad de Madrid, es esta chorrera: La Chorrera de Mojonavalle. 

Esta localizada en el Puerto de Canencia y esta producida por el arroyo Sestíl del Maíllo, dentro del Abedular de Canencia.

El camino sale de lo alto del puerto, junto a la Fuente de la Hermida, frente al Área Recreativa. Hay un cartel que nos indica: Senda Ecológica.

Tomaremos la pista, en ligero ascenso y bien compactada, un poco más adelante tenemos una recreación de un Chozo Pastoril, que era la vivienda de los pastores cuando subían con el ganado pasar el invierno


















Una vez en el camino, poco más adelante, tenemos el Mirador del Norte, en donde la pista hace un giro a la izquierda.

Seguimos caminando y llegamos a una bifurcación, ya a la altura de la antiguo Albergue de la Hermida, tomamos el de la izquierda y en el cartel del albergue, entramos en el recinto y pasamos entre el edificio y el merendero techado y vemos el comienzo de la Senda Ecológica, y los primeros abedules.



El camino es bastante cómodo y tranquilo, y tras un rato caminando escuchamos el ruido del agua, y tras un recodo nos encontramos de cara con la chorrera.

domingo, 22 de mayo de 2016

LA DESEMBOCADURA DEL MANZANARES

Poca Gente, conoce la desembocadura de ríos importantes, como el Ebro, el Guadalquivir, el Duero, etc., pero… cuantas, de las personas que están viendo este blog, conocen donde se produce la desembocadura del Manzanares? Y cuantos han visto el lugar?
Vamos a ayudar a dar a conocer el paraje, en donde se produce. Está dentro del Parque Regional de Sureste, junto a la localidad de Rivas Vaciamadrid.


 Al entorno de Rivas Vaciamadrid, llega el Manzanares, tras su periplo por El Parque Lineal del Manzanares, pasar cerca de Perales del Rio y,   tras discurrir paralelo al antiguo cauce del Real Canal del Manzanares para, junto a los cantiles de La Marañosa allí existentes, y que tan importantes fueron, como atestiguan numerosos restos, en la Guerra Civil española, y en concreto en la llamada Batalla del Jarama. 



Restos, por cierto, hoy en peligro, debido a diversas actuaciones y al último incendio acaecido en el lugar. Pues aquí, bajo a estos cantiles, entrega el Manzanares, sus aguas al rio Jarama.

La época de primavera, es buena época para hacer este paseo, ya que no hace demasiado calor y la vegetación ayuda. Partiremos del aparcamiento, que hay junto a la salida Sur de la A-3, hacia Rivas Vaciamadrid.



Las ultimas lluvias han formado grandes charcos, en donde se han visto atrapados muchos renacuajos.



Durante el paseo, nos encontramos este este ejemplar, conocido como “El Chopo de Don Sergio” es, como nos explica el cartel existente, el ser vivo más longevo del parque. Recibe el nombre, en memoria a la persona, cuidador del parque, que lo trato con especial dedicación: Don Sergio Garcia.
Tiene una edad, de unos 100 años, una altura de 26 metros y un perímetro de 4.95 metros. 


Aunque no hemos visto ninguna de las especies invasoras, que se han detectado en la zona, como nutrias, mapaches, visones, etc. Hemos podido ver las clásicas cigüeñas, milanos, e incluso una culebra de escalera.


Llegamos al punto exacto, en donde se produce la desembocadura de Manzanares en el Jarama, y como este ecosistema está vivo, unas veces podemos ver el lugar sin problemas, y en otras ocasiones, nos queda oculto tras cañizos o inaccesible por lo encharcado del lugar.

En esta imagen podemos ver, a nuestra derecha, el Manzanares, y a nuestra izquierda, el Jarama, mucho más caudaloso,  y el lugar exacto en que confluyen.
Desde aquí, no volveremos, siguiendo el camino que traíamos, pero esta vez por el otro lado de la Laguna de Las Justas, la cual rodeamos en este paseo, al igual que las otras existentes, están rebosantes de agua, debido a las últimas lluvias.

Es un recorrido llano, de algo menos de 8 km.  y que se puede hacer andando, o en bicicleta. 

TEXTO E IMÁGENES:  José Casado (JOSAMEZ)

miércoles, 11 de mayo de 2016

LOS MENHIRES DE VALDOLEA

La vega del río Camesa, fue colonizada hace unos 5000 años, ósea a finales del Neolítico, cuando grupos de agricultores y ganaderos, se asentaron en sus riberas.


Dentro de su incipiente organización social, instalaron en sus vegas y montes numerosos menhires. En nuestros días, solo conservamos 8 de estos menhires. Estos, están colocados, prácticamente en línea  recta, con una orientación en sus caras principales del suroeste, que coincide genéricamente con el recorrido del sol, durante el equinoccio de verano, lo que hace pensar en ritos solares. Aunque otras opiniones especulan acerca de su utilidad como marcadores territoriales.

También es significativo el hecho de que no coincida su composición, con la del suelo que las sustenta. La arenisca de Triásico, de la que están compuestos, sobre las calizas que los sustentan, hace pensar en que fueron transportados desde otros lugares. 


Esto ha dado origen a la llamada RUTA DE LOS MENHIRES DE VALDOLEA. La mencionada ruta, comienza en la capital de Valdolea, Mataporquera, y discurre a través de 13 Km., hasta Mata de la Hoz.
La iniciativa de la creación de esta ruta, fue promovida, en 1998, por diversas asociaciones defensoras del patrimonio cántabro, y en el año 2000 se inició, en el mes de julio, los trabajos necesarios  para su realización.

El Ayuntamiento de Valdolea, pertenece a la Mancomunidad de Campoo-Los Valles, ubicada en el Suroeste de Cantabria, limítrofe con Palencia.

La ruta comienza, como hemos citado, en Mataporquera, junto a la Iglesia de Santa Eulalia y el cementerio. Allí tenemos el primer cartel anunciador del sendero, bautizado como PR-S.61.

El primer cartel e inicio de la ruta, nos señala que a 2,2 Km. tenemos el primer menhir: Piedrahita o El Cañón, llamado así  porque estaba inclinado y tenia ese aspecto. Para llegar a el, tras ver las indicaciones, bordeamos el cementerio, y ascendemos por una pista asfaltada, hasta la depuradora.


Desde allí, una pista de tierra nos lleva hasta una bifurcación de pistas, en donde encontramos otro cartel informativo. Esta vez, nos indica dos direcciones: Hacia la derecha tenemos El Cañón, y de frente El Peñuco.
Vamos primero a la derecha, y tras subir un corto pero fuerte repecho, lo encontramos justo en medio de la pista, entre pinos de repoblación. Su altura total es de 3,68 m., estando visibles 2,55 m.

Bajamos  el repecho, y a la derecha seguimos la indicación hacia el otro menhir: El Peñuco. Este es el peor trozo del recorrido, pues al llegar a una fortísima pendiente, y ya con el menhir a nuestra vista, tenemos que trochar, hasta llegar otra vez a la pista,  junto al menhir. Tiene una altura total de 4 m. y la altura visibles es de 2,75 m.


La pista de parcelación, a la que hacen referencia el cartel indicador, se ve unos metros más abajo, pero no tenemos buen acceso.
Frente al cartel indicador del menhir, sale una pista perpendicular a la que traíamos, y en ligero descenso, que es la que tenemos que coger, y siguiendo todo derecho, nos lleva al siguiente menhir: El Cabezudo.




Según vamos por esta pista, llana y perfecta, vemos enfrente y a nuestra izquierda, el siguiente menhir: El Cabezudo. Está  en una loma y no tiene acceso más que atravesando campo a través. Su altura total, es de 4,85 m. y su altura visible es de 3,85 m.

Retomamos la pista y continuamos, en línea recta, hasta una bifurcación que encontramos, en la cual está el hito señalando, hacia la izquierda. La pista nos lleva hasta otra bifurcación de pistas, a escasos 20 metros de la carretera, frente al pueblo de La Cuadra, se encuentra el siguiente menhir: La Llaneda.  Esta sujeto con un armazón de hierro, ya que se encontró derribado  y trasladado de lugar, así que no se conoce su ubicación original. Se ha colocado en este lugar, por ser de fácil acceso.




Frente al menhir, hay unos matorrales y árboles, si los bordeamos y miramos de frente, vemos, a unos pocos metros, el siguiente menhir: La Puentecilla. Desde la carretera, tomamos un acceso a un prado, y tras cruzar el arroyo, subimos hasta el menhir. Es de los más pequeños, 2,35 m. habiendo sido restaurado, ya que estaba partido en dos trozos.




Tomamos la carretera hacia Olea, y a unos 2 km., tras una ligera subida y una curva a la izquierda, (se ve el mesón de Cassasola), justo a la izquierda tras una alambrada, que no portillo, vemos un montoncillo de piedras, siguiendo el camino, tras pasar la alambrada, llegamos a los menhires: La Matorra I y La Matorra II.



Están los dos juntos, separados unos 5 metros, y son  los más pequeños 1,60 y 2,20 m., siendo visibles 1,60 y 1,80 metros respectivamente.

Seguimos hacia Reinosilla, pasando junto al mesón mencionado antes. Dejamos el pueblo a la izquierda y tras una curva a la derecha,  a la altura de unas señales de tráfico, vemos a la derecha La Laja Megalítica, haciendo de puente sobre un arroyo. Desandando el camino por la carretera, y en el otro lado vemos otra laja, por lo que es de suponer que formaban parte de un dolmen.



Volvemos hacia Reinosilla, y en la curva mencionada anteriormente, a la derecha  vemos una pista perfectamente acondicionada y el cartel anunciador del último menhir: Peñahincada, a 700 metros. 



También se le conoce como “El menhir de Sansón”. Cuenta la leyenda del lugar, que lo lanzó Sansón desde una montaña cercana… Sin comentarios. 
Tiene una altura total de 3 metros y son visibles 2,20 metros.   

OBSERVACIONES:  Como se ha indicado, la ruta mide 13 km., Aunque puede hacerse andando, en esta ocasión se hizo en bicicleta. Hay que llevar agua, ya que la zona es muy árida y no tiene apenas sombra.


TEXTO E IMAGENES:    José Casado   (JOSAMEZ)
DOCUMENTACIÓN:   ADEVAL (Cuadernos de Campoo), Ayuntamiento de Valdolea), Revista Iberica.